Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.  Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.  Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;  así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.  Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.  Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.

 Mt 6, 1-6

       

 Entonces se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas de Jerusalén y le preguntaron:  «¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros mayores y no se lavan las manos antes de comer?».
 Y, llamando a la gente, les dijo: «Escuchad y entended:  no mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre».  Se acercaron los discípulos y le dijeron: «¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oírte?».  Respondió él: «La planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz.  Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo».

 Mt 10, 1-2 10-14

       

  Hipocresía, doble cara, juicio de los demás.

No hacer las cosas por el juicio de los demás, no ser máscaras ante los demás, buscando su aplauso, hacer las cosas por hacerlas bien y por amor a Dios.

 Lo importante es porqué se hacen las cosas. Deben hacerse con  rectitud de intensión, por amor de Dios,  por amor a los demás.