En aquel tiempo, oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús  y dijo a sus cortesanos: «Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él».  Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo;  porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella.  Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.  El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gustó tanto a Herodes,  que juró darle lo que pidiera.  Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».  El rey lo sintió, pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran,  y mandó decapitar a Juan en la cárcel.  Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.  Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.

 Mt 14, 1- 12

       

 Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».  Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Felipe le contestó: «Ven y verás».  Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».  Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?». Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».  Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».  Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».  Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

 Jn 1, 45-51

       

Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad.

 Jn 17 - 17

       

  La verdad. Juan Bautista es asesinado por decir la verdad, por defender la familia. Hoy siguen siendo perseguidos por causa de la justicia, por decir la verdad, por defender la familia.

  Vivir como Natanael en la verdad, sin justificarnos, sin autoengaño, no vivir una película, una vida de  falsedades.